Esta semana, Petróleos Mexicanos (Pemex) comenzó a enviar 16 mil 300 barriles por día de crudo a la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco. La cifra es menos del 5% de su capacidad total esperada.
La planta, que se construye como la obra de energía más importante del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, tiene como objetivo reducir la dependencia de México de las importaciones de gasolina y diésel, que en su mayoría provienen de Estados Unidos.
La cantidad inicial enviada a la refinería es menos del 1% del 1.8 millones de barriles de petróleo que Pemex produce actualmente.
Se espera que en agosto, Olmeca reciba 170 mil barriles, la mitad de su capacidad de procesamiento de 340 mil barriles. Estos volúmenes, plantean dudas sobre el progreso de la instalación, que ha enfrentado retrasos, sobrecostos y varios anuncios fallidos sobre fechas de producción.
En mayo, el director general de Pemex, Octavio Romero, proyectó que Dos Bocas agregaría 177 mil barriles al total de procesamiento de la petrolera este año. Sin embargo, había afirmado anteriormente que la refinería estaría a plena capacidad a fines de marzo, lo cual no se ha cumplido.
Funcionarios de la empresa productiva del estado han destacado los avances de la refinería, tratando de cumplir las promesas del mandatario de que la planta inicie operaciones comerciales antes de que concluya su gobierno.
En abril, directivos de Pemex anunciaron que Dos Bocas comenzaría a producir diésel a fines de mayo, seguido de gasolina, aunque no especificaron los niveles de procesamiento objetivo.
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